Se ha observado que la mayor cantidad de bienes tecnológicos no necesariamente trae consigo una mejor calidad de vida o una mayor felicidad en quienes la consumen o la poseen
Por el contrario, en sociedades más teologizadas suceden que sus miembros se obsesionan por el consumo de una mayor cantidad de productos cada vez más caros, aunque a veces no tienen el tiempo para consumirlos y los desechan sin haberlos siquiera desempacado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario